Archive for Discursos

Discurso al recibir el Premio Nacional de Ingeniería

Recibo el Premio Nacional de Ingeniería 2008, con la humildad que exige la conciencia de que si existieran motivos suficientes para tal honor, hay muchos colegas que no lo han recibido y que lo merecen con iguales o mayores prendas que las que el Jurado consideró de mi persona.

 

Al aceptarlo en el momento en que el mundo todo  se debate en una crisis de múltiples aristas y cuando nuestro país la enfrenta sumando sus ineludibles consecuencias a los enormes  rezagos sociales que arrastramos de décadas y que se han acentuado en los últimos lustros, me obligo a una reflexión crítica sin atenuantes ni disculpas, sin subterfugios ni evasivas. Con la verdad, la mía naturalmente.

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75 años de la Expropiación Petrolera

Nos reúne la Celebración del Septuagésimo-quinto aniversario de la Expropiación Petrolera y el homenaje a su ejecutor, el Presidente Lázaro Cárdenas, que hoy coincide con la Celebración, según el calendario burocrático, del Natalicio de Don Benito Juárez, y esto, en un momento delicado de la Patria.

 

Se habla una vez más, aunque el gobierno lo niegue, de una Reforma Energética que tiene como objetivo único la privatización de la industria petrolera nacional, con tesis y argumentos que son, como es costumbre, insuficientes en el análisis económico, discutibles desde el punto de vista técnico, inconsistentes en el aspecto legal, ignorantes de contenido histórico, ayunos de sensibilidad política y carentes de patriotismo.

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El futuro de México sin Ingeniería Mexicana

Cuando se llega al momento en que se recibe un reconocimiento de la importancia del que hoy me otorgan mis colegas de profesión, al concederme el grado de Miembro de Honor de la Academia Mexicana de Ingeniería, se adquieren al mismo tiempo, según yo, una nueva responsabilidad y un derecho.
La responsabilidad consiste en actuar siempre a la altura del honor que se recibe y el derecho lo entiendo, como una licencia que el gremio otorga a uno de los suyos, para decir en todo momento, sin cortapisa alguna, todo cuanto dictan la experiencia, el conocimiento y la razón, pero también la emoción, el amor y las pasiones; las tristezas y las alegrías profesionales; las ilusiones, los éxitos y las frustraciones.